11.1.07

El mouse y el celular

Uno de esos días cualquiera, en el que estaba yo sentando tan tranquilo, me alarmaron las quejas de una de las clientes, gritaba en voz alta "esto no va, no se mueve, no hace nada", me acerco tranquilamente como suelo hacer siempre, y le pregunto cual es el problema, me contesta bien enojada: "el ratón no se mueve", mientras movía el brazo derecho rápidamente tratando de hacer correr el cursor por la pantalla, pero el cursor inamovible seguía estático en el mismo lugar, la miro sonriendo mirando hacia su mano y lo que en ella sostenía, ella voltea como diciendo de que se ríe este que mi computadora no funciona, y oooh sorpresa, se encuentra con que esta apretando y moviendo con todas sus fuerzas su querido e inseparable celular, el ratón bien quietecito la miraba de reojo triste por tamaña equivocación.
El rostro de la chica se empieza a iluminar cual sol agonizante de un rojo incandescente, respondiendome "aah ahora si funciona" (si haste la loca no mas), ya se que a estas alturas los celulares pueden tomar fotos, grabar vídeos, navegar incluso por Internet, pero de ahí a que se conecte vía wireless o bluetooth al ordenador para funcionar como ratón, ..........pues creo que aun no.

2.1.07

"La silla"

Vamos a hacer un ejercicio sencillo de buen criterio, tienes 4 ordenadores encendidos, los dos del medio están encendidos los otros dos no funcionan, el local esta abarrotado de gente y solo te quedan esos dos ordenadores, entra una pareja, te piden únicamente un ordenador, les pides amablemente que escojan cualquiera de los únicos dos ordenadores que se encuentran disponibles, el hombre se sienta en frente a uno de ellos y la mujer teniendo varias opciones (además de más sillas colindantes cerca a ella), decide sentarse en el ultimo ordenador operativo, para bien o más bien para mal entra una nueva pareja, quedandome tan solo ese ordenador, me acerco amablemente a la mujer para que por favor ceda el ordenador a algún cliente que pueda pagar su tiempo en el, mi sorpresa fue grande por la elocuente respuesta de la susodicha, "me lo hubieras dicho antes para que no me acomode en el asiento", un poco de sentido común por favor, no creo que pida demasiado, tan solo le requerirá pararse y acomodarse en una de las tantas sillas vacías a su alrededor sin obstaculizar el uso de cualquier otro ordenador.
Visto lo visto, esta situación se repite x veces en el transcurso del tiempo con diferentes protagonistas, pero con el mismo mobiliario creador de tanta polémica, "La Bendita sillita".