No se que tiene a veces la gente que piensa que ya sea cualquier enlace, cualquier botón, cualquier cosa funciona solo si aprietas dos veces rápidamente el botón izquierdo del mouse, a mi no me tendría que interesar sobremanera, a no ser por el pequeño problema a la hora de imprimir, si señores el pequeño icono con el dibujo de una impresora que aparece ya sea en la barra de botones estándar del Internet Explorer o el Office o cualquier otro tipo de aplicación.
Si tan solo fuese un caso aislado, uno en un millón, pero no, tiene que suceder casi a diario para insatisfacción mía, expongo el siguiente caso, un día cualquiera en el ciber yo estaba tan tranquilo realizando imágenes a los ordenadores o solventando dudas como siempre, un día normal, para cuando paso por la impresora veo con horror que los más de 150 folios que alimentaban la impresora se habían agotado, yo tan cándido e inocente en ese entonces, pensé que alguien estaba imprimiendo algún tipo de tesis o trabajo extenso, o vaya a saber Dios, coloque más papel y la impresora siguió en su ardua tarea de impresión, al cabo de una media hora, una no tan gentil mujer de unos veintitantos se me acerco para pagarme diciéndome “por si acaso también he impreso unos folios”, se puso en la tarea de identificar cuales eran suyos y cuales no mientras yo le cerraba el puesto, en eso escucho un refunfuñar, “pero esto se ha impreso más de dos veces”, volteo con cara de decir y a mi que me cuentas, antes de que yo entonara palabra alguna se apresuro a agregar “esto no lo pienso pagar”, “a ver” le respondí, “le has tenido que dar más de dos veces al icono de imprimir”, “pues no” me respondió, “tu maquina debe haberlo impreso más veces, de seguro tienen un sistema para que haga eso”, yo en esos momentos ya tenia cara de muy pocos amigos, “disculpe pero esas hojas no se imprimen solas le repito que usted tiene que haberle dado más de una vez al icono de impresión”, “no solo le di una” respondió tercamente, a falta de pruebas y para terminar rápido con ella ya que mas gente se me acumulaba en una ya de por si larga fila para que los atienda, le dije ya fastidiado “muy bien quiere que le cobre solo un juego de impresiones, pues le cobrare solo uno” con una no tan amistosa mirada me dio el dinero y se fue indignada por haberle (según ella) querido engañar tan burdamente con nuestra maquina que saca más impresiones que las que el usuario desea, abrase visto, estábamos hechos unos estafadores de primera, no te jode.
Lo bueno de todo esto es que me cure completamente, y si me doy cuenta cuando alguien va a imprimir, miro fijamente cuantos clicks de ratón realiza, además, si veo que alguien esta imprimiendo demasiadas hojas, paro momentáneamente la impresión observando las impresiones repetidas, y si llega a ser el caso, llevarme el manojo de hojas preguntando a cada cliente, como cuando en la primaria nuestra profesora nos decía al entregar trabajos sin nombre ni apellido “de quien es esto”.